Un estudio reciente (1) informó que la ivermectina se utilizó con éxito in vitro para el
tratamiento del SARS-CoV-2 en células infectadas experimentalmente y dos publicaciones
preimpresas (2,3) sobre estudios clínicos observacionales informaron la aparente utilidad
de la ivermectina para tratar pacientes con COVID-19 que requirieron ventilación
mecánica. Ninguno de estos estudios fue revisado por pares ni publicado formalmente y
uno de ellos (3) fue retirado posteriormente.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) compiló una base de datos de evidencia
de posibles terapias para COVID-19, para la cual se realizó una revisión rápida de todos los
estudios humanos in vitro (laboratorio) e in vivo (clínicos) de COVID-19 publicados de
enero a mayo de 2020 (4). La revisión concluyó que los estudios sobre ivermectina tenían
un alto riesgo de sesgo, muy poca certeza de evidencia y que la evidencia existente es
insuficiente para llegar a una conclusión sobre sus beneficios y sus daños.
Aunque la efectividad de la ivermectina se está evaluando actualmente en varios estudios
clínicos aleatorizados, debe enfatizarse que la Organización Mundial de la Salud (OMS)
excluyó la ivermectina del estudio “Solidarity” (5), por ella copatrocinado, un esfuerzo para
encontrar un tratamiento efectivo para COVID-19.
La declaración del Comité de Expertos de Mectizan® (ivermectina) sobre la eficacia
potencial de la ivermectina en COVID-19 (6) enfatizó que los resultados de eficacia de la
ivermectina para reducir las cargas virales en cultivos de laboratorio, a niveles de
dosificación muy superiores a los aprobados por la FDA para el tratamiento de las
enfermedades parasitarias en humanos, no son suficientes para indicar que la ivermectina
será de beneficio clínico para reducir las cargas virales en pacientes con COVID-19.
Chaccour y col. (7,8) advierten contra el uso de hallazgos in vitro como apenas un indicador
cualitativo de eficacia potencial y enfatizan que “se necesita la debida diligencia y revisión
regulatoria antes de probar la ivermectina en la COVID-19”.
A pesar de todo lo anterior, la ivermectina se está usando incorrectamente para el
tratamiento de COVID-19, sin ninguna evidencia científica de su eficacia y seguridad para el
tratamiento de esta enfermedad (7-9). Para empeorar las cosas, la ivermectina inyectable
en formulación para uso veterinario se ha utilizado erróneamente para el tratamiento de
COVID-19 (9).