Sobre el escritorio de la secretaria de Economía, Graciela Márquez, está la propuesta para desaparecer a la Subsecretaría de Minería, una cartera que se creó justo en este gobierno, el de la 4T.
Se decidió elevarla de Dirección General a Subsecretaría por la importancia que reviste: genera 2.6 millones de puestos de trabajo, tiene impacto en 10 estados del país y representa alrededor de 3 por ciento del PIB.
La medida iría en total contrasentido del reciente reconocimiento de la minería como sector esencial en la pandemia del coronavirus, con lo cual apenas reinició su actividad este lunes 1 de junio.
La noticia cayó como balde de agua fría, pues en los últimos dos meses las empresas mineras y sus representantes trabajaron de manera coordinada para instrumentar los protocolos de seguridad.
La desaparición, que se inscribe en el anuncio de Andrés Manuel López Obrador de eliminar varias subsecretarías del gobierno federal, se da justo cuando Francisco Quiroga llegó a acuerdos con gobernadores.
Fueron los casos de Javier Corral de Chihuahua; Miguel Riquelme de Coahuila; Alejandro Tello de Zacatecas; José Rosas Aispuro de Durango, y Jaime Rodríguez de Nuevo León.
Los empresarios de este rubro, tanto mexicanos como extranjeros, consideran que la desaparición de la Subsecretaría de Minería puede ser negativa para un sector que representa alrededor de 8 por ciento del PIB industrial.