Los efectos del cambio climático han dejado al descubierto un mundo lleno de vida que prosperaba bajo las gruesas capas del hielo antártico. En lugar de ser causa de celebración, este hallazgo debe ser visto como un tipo de alerta.
JAVIER CARBAJAL / 23 marzo 2025 / WIRED
Luego del desprendimiento de un iceberg gigante en la Antártida, nombrado A-84, científicos indagaron en el suelo marino que se escondía por debajo de este enorme bloque de hielo y descubrieron un mundo lleno de vida, habitado por esponjas y corales.
En enero de 2025, el susodicho iceberg, que cubría un área de 510 kilómetros cuadrados (imagina un bloque de hielo del tamaño de la ciudad de Puebla), se desprendió de su sitio en la península Antártica a causa de los efectos del cambio climático, una muestra más del paso acelerado del deshielo en el continente.
No lejos de ahí, en el mar de Bellingshausen, había un equipo internacional de investigadores a bordo del R/V Falkor (too), un barco perteneciente al Schmidt Ocean Institute (y que ha jugado un papel en otros hallazgos importantes). Ante la oportunidad de indagar un sitio que nunca había sido explorado por humanos, los investigadores decidieron cambiar de planes y se desplazaron hacia el espacio antes ocupado por A-84.