Con el lema “Una ciencia para el entendimiento mundial”, durante 2021, pero especialmente hoy, 10 de noviembre, Día Mundial de la Ciencia al Servicio de la Paz y el Desarrollo, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) llama a las 193 naciones miembros y 11 miembros asociados a demostrar que el entendimiento entre individuos y entre naciones es imprescindible para la paz y el desarrollo sostenible.

Proclamada por la Organización de las Naciones Unidas en 2001 para recordar y renovar ese compromiso a nivel mundial, esta jornada conmemorativa abre la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, que se celebra desde 1986, y que surgió como una iniciativa no gubernamental en el Año Internacional de la Paz.

Dado el éxito alcanzado, cada año se repitió la celebración hasta que en 1988 la Asamblea General de la ONU declaró oficialmente la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, que tendría lugar todos los años a partir del 11 de noviembre, es decir, inmediata al Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo.

Estas jornadas contribuyen enormemente a la promoción de la paz, fomentan un intercambio académico sobre un tema de importancia universal y buscan generar conciencia sobre la relación entre la ciencia y la paz entre el público en general.

El organismo multilateral promueve el compromiso de los individuos y las comunidades locales de compartir el conocimiento para lograr un cambio en la actitud y comportamiento de todas las personas, inquietudes que se han impulsado desde 1999 cuando en Budapest, Hungría, se celebró la Conferencia Mundial sobre la Ciencia y se asumieron compromisos sobre el uso que debe darse a la ciencia y al saber científico para beneficio de las sociedades.

Los representantes de las naciones asistentes a ese encuentro coincidieron en valorar la ciencia como la herramienta que el ser humano ha creado, tanto para comprender el mundo que le rodea, como para aplicar esos conocimientos en beneficio del planeta.

Reconocieron que los avances científicos nos permiten hallar soluciones para los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los cuales podemos construir un futuro sostenible, y respaldaron el destacado papel de la ciencia en la construcción de la paz al fomentar la cooperación internacional para alcanzar el desarrollo sostenible.

La Unesco busca acercar la ciencia a la sociedad porque considera fundamental que los individuos adquieran los conocimientos necesarios para que puedan elegir sus opciones profesionales, personales y políticas, y que principalmente las y los niños y jóvenes se interesen por el apasionante mundo de la investigación.

En México, instituciones públicas y privadas ofrecen especialidades para que las y los estudiantes incursionen profesionalmente en las ciencias ambientales.

La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) imparte a las y los estudiantes la Licenciatura en Ciencias Ambientales cuyo objetivo es formar profesionales que contribuyan a analizar, comprender y proponer soluciones a los problemas ambientales relativos tanto al manejo integral del paisaje, como de los ecosistemas, con un enfoque interdisciplinario con bases en las ciencias naturales y las ciencias sociales.

Las y los alumnos adquieren en las aulas y en trabajo de campo una visión interdisciplinaria de los sistemas socioecológicos, herramientas que les permitirán desempeñarse en la planeación de políticas públicas sobre áreas naturales protegidas, planes de desarrollo urbano, ordenamientos territoriales, mitigación de cambio climático y manejo de cuencas hídricas.

La UNAM imparte también tres opciones a nivel técnico: Restauración Ambiental, Educación Ambiental y Manejo de Información para la Gestión Ambiental, para que los egresados sean capaces de realizar evaluaciones ambientales y elaborar, implementar y monitorear planes de restauración, desarrollar habilidades de liderazgo para coordinar grupos de trabajo interdisciplinarios y para dialogar con distintos actores sociales, entre otras capacidades y habilidades.

En la carrera de Ingeniería en Sistemas Ambientales, el Instituto Politécnico Nacional prepara a las y los alumnos para proyectar diseñar y mejorar los procesos productivos y de servicios, a fin de prevenir y controlar el deterioro ambiental mediante la reducción de riesgos, la minimización en la generación de residuos y el uso eficiente del agua y de la energía. Además, adquieren conocimientos para contribuir a la rehabilitación y restauración de sistemas ambientales impactados y al desarrollo de tecnologías limpias.

Les aporta los conocimientos y habilidades suficientes para identificar, evaluar y determinar las causas del deterioro ambiental con el objetivo de reducir o eliminar los efectos adversos sobre la salud humana y los ecosistemas, así como conservar la calidad y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales.

La sólida preparación en Ingeniería Química y Biología da a las y los egresados el conocimiento y aplicación de la legislación y normatividad ambiental nacional e internacional, y la capacidad de realizar actividades de investigación tendientes a proponer, adaptar y desarrollar tecnologías limpias que mejoren tanto las condiciones ambientales como una producción más económica acordes a las características socioeconómicas y ecológicas del país.

Otra vertiente de esta ingeniería es mejorar los procesos productivos optimizando el uso de la energía, el agua y las materias primas para evitar el desperdicio de recursos y reducir los desechos contaminantes y peligrosos, lo mismo que la habilidad para la recuperación de sitios contaminados que posibilite el aprovechamiento y reutilización y reduzca los riesgos para la salud.

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