Cada año cerca de 20 millones de toneladas de alimentos se pierden o se desperdician en nuestro país.
Dependencias federales, agencias internacionales y organizaciones de la sociedad civil se reunieron para revisar el caso de México.
Las secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA); de Desarrollo Social (SEDESOL); de Turismo (SECTUR) y de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), así como la Dirección General de la Agenda 2030 de la Presidencia de la República, participaron en una reunión enfocada a atender el problema de la merma, pérdida y desperdicio de alimentos en México.
Este acercamiento, liderado por SEMARNAT, forma parte del compromiso nacional con la meta 12.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su cumplimiento establece que, al 2030, se habrá reducido a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial tanto a la venta al por menor, como en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha.
En el encuentro el Banco Mundial, la FAO y el Instituto para la Planeación del Desarrollo, A.C. presentaron información sobre los impactos sociales, económicos y ambientales que genera este problema en México. De acuerdo con estos organismos, cada año, cerca de 20 millones de toneladas de alimentos se pierden o se desperdician en nuestro país. El desperdicio ocurre durante la distribución y consumo de los alimentos, en tanto que las pérdidas se producen durante la producción, poscosecha, almacenamiento y transporte.
El subsecretario de Fomento y Normatividad Ambiental de la SEMARNAT, Cuauhtémoc Ochoa Fernández, destacó que está pendiente determinar el impacto sobre la biodiversidad, información necesaria para poder diseñar sistemas alimentarios realmente sustentables y así lograr la conservación de los recursos naturales en la producción de alimentos. El funcionario federal concluyó que para dar atención a esta problemática se requiere la participación de todos los sectores involucrados a lo largo de la cadena de producción y consumo de alimentos.
Por parte del sector social y del sector privado se contó con la participación de la Asociación de Bancos de Alimentos de México, el Sistema Pronatura, The Hunger Project y Nestlé México. A la reunión asistieron igualmente representantes del INEGI, del CONEVAL y de DICONSA. También estuvo presente The Waste and Resources Action Programme-WRAP, una organización experta en la materia que trabaja con gobiernos, empresas y consumidores.
Con base en la información presentada y en las experiencias compartidas por los asistentes, se plantearon los componentes y las directrices que deben integrar una estrategia nacional enfocada en reducir la merma, pérdida y desperdicio de alimentos.