La vacuna es gratuita en todas las unidades médicas del sector salud.
En caso de tener síntomas de infección respiratoria, se debe consultar al médico de manera oportuna y evitar la automedicación.
Para reducir el riesgo de enfermar por influenza es fundamental el lavado frecuente de manos, cubrir el rostro con el ángulo del codo al toser o estornudar, incrementar el consumo de frutas y verduras, abrigarse ante cambios de temperatura e ingerir bebidas abundantes.
La Secretaría de Salud, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste) informan que en caso de tener síntomas de infección respiratoria, se debe consultar al médico de manera oportuna y evitar la automedicación, ya que puede ser influenza.
La población en riesgo de sufrir complicaciones por influenza debe acudir a vacunarse, como son las niñas y niños de seis meses a menores de cinco años, población de 60 o más años, quienes viven con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), diagnosticados con diabetes, sobrepeso, obesidad o cáncer, así como mujeres embarazadas sin importar su edad, estado de salud o etapa de gestación, ya que la vacuna es segura para ellas y para el bebé en gestación.
También deben vacunarse quienes padecen problemas respiratorios graves, como enfisema pulmonar, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), bronquitis y asma, o que usan medicamentos que deprimen el sistema inmune, ya que la vacuna no evita el contagio pero sí disminuye la agresividad del virus.
La vacuna contiene las cepas de influenza A(H1N1), A(H3N2) y tipo B(Victoria) y al aplicarse, el organismo de la persona genera anticuerpos para defenderse de la infección por influenza, evitar casos graves y la muerte.
La vacuna no produce enfermedad, y si después de aplicársela se presenta gripe, puede ser porque el virus ya estaba en el cuerpo previamente, pero no se había manifestado porque estaba en periodo de incubación.
La influenza es una enfermedad respiratoria contagiosa de origen viral que infecta principalmente nariz y garganta, y en algunos casos los pulmones, por lo que puede causar daños que van de leves a graves, y la vacuna no evita la enfermedad, sino mitiga complicaciones graves, infecciones severas, neumonía y evita muertes.
Entre las señales de alerta de influenza se encuentran: fiebre alta, dolor muscular y de cuerpo en general, ataque al estado general, tos, dolor de garganta y escurrimiento nasal, entre otros síntomas.
Algunas de las complicaciones que puede ocasionar la influenza son la neumonía, inflamación del aparato respiratorio inferior y de los pulmones con graves daños o insuficiencia de la función respiratoria, a tal grado que la persona puede necesitar hospitalización y servicios de terapia intensiva.
Se ha encontrado que en 94 por ciento de las muertes que se han presentado por influenza, las personas no se aplicaron la vacuna y tenían otros padecimientos: 27.8 por ciento tenía hipertensión arterial; 27.8 por ciento, diabetes mellitus; 27.8 por ciento, obesidad; 22.2 por ciento, inmunosupresión; 16.7 por ciento, insuficiencia renal crónica, y 11.1 por ciento, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), entre otras.
De acuerdo con el Informe Semanal de la Temporada de Influenza Estacional 2019-2020, hasta la semana 49 se han registrado 18 defunciones por influenza con predominio del subtipo viral A(H1N1) pdm09 en el 61%, A(H3N2) en 33% e influenza A en el 6%.
La temporada de influenza estacional presenta un comportamiento estable con predominio del subtipo viral A(H3N2) en 55% de los casos, seguido de A(H1N1) con 32%, influenza B en menor frecuencia con 11% y la A No Sub tipificable con 2%. Del total de los casos, 56% se presenta en mujeres.
En las unidades de la Secretaría de Salud, del IMSS y del Issste se cuenta con abasto suficiente de oseltamivir, que es el tratamiento antiviral indicado en casos de influenza.