La humanidad entra en una etapa de la historia del planeta en la que la gestión de la energía se vuelve más compleja, particularmente por los retos que representa el Cambio Climático
Centro de Sustentabilidad y Energía Renovable de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG)
Alcocer Ruthling J.B. Mauricio; Castro Posadas Jait G.; Galicia Siles Edgar
Este documento parte del entendimiento de que la energía forma parte integral de la actividad humana y que el desarrollo de la sociedad no sería posible sin ella. Para que la energía pueda ser de utilidad se requiere de una serie de procesos que permitan que esté disponible en los hogares, fábricas, oficinas, etc. para su uso.
La administración eficiente y eficaz de la energía, desde su generación; su distribución; y su uso final, lo podríamos incluir dentro del concepto de “gestión de la energía”. La humanidad está entrando en una etapa de la historia del planeta en la que la gestión de la energía se vuelve más compleja; particularmente por los retos que representa el Cambio Climático.
El fenómeno se ha acelerado en los últimos dos años causando temperaturas extremas nunca vistas en ciertas regiones del planeta. A todas luces, el problema ya está sobre nosotros. Desafortunadamente, sigue siendo un tema de discusión donde en algunos países ha entrado en el ámbito de la opinión y la política. Sin embargo, el Cambio Climático no es un tema político, es un tema que pertenece al ámbito científico. Tiene que ver con la ciencia de la atmósfera y de la física; simplemente si aumentas los gases que atrapan el calor en la atmósfera, aumentas la temperatura, así de simple.
El último reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático, (IPCC por sus siglas en inglés), el AR6, pone de manifiesto que el Cambio Climático ya afecta a todo el planeta, que el problema está directamente ligado a la actividad humana y que sus impactos sobre el clima son ya irreversibles. Adicionalmente especifica que los eventos de clima extremo empeorarán cada año (IPCC, 2021).
Ya desde 1820, Joseph Fourier entendía que la tierra tenía un efecto invernadero que era necesario para el desarrollo de la vida, y que el efecto invernadero lo origina. Más adelante, John Tyndall, en 1860 identifica la molécula del CO2 como el principal factor responsable de acumular el calor en la atmósfera. En 1896, antes de la entrada del siglo XX, el científico sueco Svante Arrhenius ya había vislumbrado que un aumento en las concentraciones de CO2 iba a tener un efecto sobre la temperatura del planeta; fue el primero en calcular la capacidad de calentamiento que tendría un exceso de CO2. Ya desde entonces se tenía un entendimiento sobre la relación tan estrecha que existe entre la actividad humana y el calentamiento de la atmósfera.
El planeta siempre ha tenido fluctuaciones en su clima, resultado de cambios en los factores que lo determinan. Gracias a información que tenemos de eras geológicas pasadas, podemos tener un estimado muy certero de cuál podría ser la consecuencia de concentraciones de 400 ppm de CO2 en nuestra atmósfera.
Las concentraciones actuales de CO2 están alrededor de los 415 ppm, la última vez que el planeta tuvo estas concentraciones de CO2 fue hace 3 millones de años, durante el Plioceno. Durante esa época, las áreas con vegetación eran muy distintas a las que tenemos hoy en día; mucha más vegetación cerca del ártico y menos vegetación en otras partes del mundo. Durante esta época, no existían las grandes áreas glaciales como el hielo sobre Groenlandia; por lo que el nivel del mar era entre 9 y 15 metros más alto que en el presente.
Es muy probable que no hayamos alcanzado un equilibrio térmico entre la concentración de CO2 en la atmósfera y la temperatura del planeta. Sin embargo, las condiciones del Plioceno nos pueden dar una idea de lo que nos puede esperar con las actuales condiciones atmosféricas (Burke, y otros, December, 2018).